Cada uno de nosotros es, sucesivamente, no uno, sino muchos. Y estas personalidades sucesivas, que emergen las unas de las otras, suelen ofrecer entre sí los más raros y asombrosos contrastes.

martes, 4 de marzo de 2008

SOÑANDO ESPAÑA, También nosotros fuimos inmigrantes



EL FIN DE UNOS SUEÑOS

Las estrellas brillan en el cielo y la luna sale para iluminar la intensa oscuridad de la noche. El protagonista de esta tranquilidad es el sonido del motor de la patera que dibuja rugosidades evidentes en el mar.

Ismael se encuentra entre treinta y seis compañeros de diferentes nacionalidades, la mayoría se conocían antes. Les une la patera diseñada para aguantar el peso de unas diez personas.
Fugitivo, soñando con un futuro, trata de evadirse de la emoción del momento evocando aquellos recuerdos que nunca encontró tiempo para rememorar.

Sus primeros días en el colegio. El miedo que sintió cuando entró en aquella habitación y quería alcanzar a su hermana mayor que lo dejó solo con su maestra. La amistad posterior con sus compañeros de clase ......

Mira el mar, oye el motor y su memoria vuelve al año que estudiaba el cuarto curso:
Aquel día el profesor le pidió recordar un poema. Se levantó confundido, empezó a balbucir, a buscar palabras en su cabeza para salvarse de esta situación. Todo inútil. La voz del profesor fue áspera. Tampoco has estudiado ?

Ismael se clavó en su sitio con la cara pálida y sus compañeros lo llevaron junto al profesor que sacando su bastón del cajón de la mesa le pegó con aquella falta de piedad que tienen algunos seres humanos.

El recuerdo de este grito de su mundo interior, privado, se unió a otro real de un hombre mayor que estaba en la patera.

Es un tiburón ! Un gran tiburón ! En un instante seremos su bocadillo.

Unos gritan, otros parecen rezar y el jefe que les conduce, con enfado, les pide silencio.
La tranquilidad vuelve a la barca, han pasado cuatro horas más, todas las luces comienzan a ser invisibles. La noche es espantosa. El silencio que domina le lleva de nuevo a recordar otra etapa decisiva de su vida; sus exámenes.

Comió su desayuno deprisa cuando su madre le despertó; y ésta le entregó el dinero del bus deseándole mucha suerte.

Se sintió solo en el último pupitre con aquellas hojas del exámen. Después del miedo que había sentido encontró las preguntas fáciles. Había conseguido su título de bachillerato ! Qué alegría tan honda ! Alegría que se transformó en tristeza cuando se despidió de su familia y sus amigos para viajar a otro ciudad donde conseguir el sueño inalcanzado de todos los jóvenes de su aldea; la Universidad.

Los cuatro años fueron lentos, difíciles, en una habitación compartida de una casa que se situaba en un barrio pobre. Estudió, cocinó, limpió y realizó muchos trabajos para superar los gastos de estudios ....

Una voz amenazadora corta sus recuerdos otra vez.

Me daís un cigarro o tenemos un naufragio !

Dice un compañero de viaje, que sacando un cuchillo lo dirige al suelo de la patera.
Empieza el caos y todos gritan. El amenazador consigue paquetes de tabaco en lugar del cigarrillo que pidió. Conoce a Ismael y le musita en su lengua materna que sus anteriores intentos de cruzar el estrecho terminaron en fracaso, pero aprendió de ellos que con la amenaza puede conseguir lo que le de la gana.

Ismael siente deseos de volver a su pasado de nuevo:

El último año de su carrera. Su nombre en la lista de aprobados.
Llega a su aldea con la puesta de sol. Le esperaba una fiesta. Todos los aldeanos cantaron y bailaron al primer estudiante que conseguía el Título Universitario. Una noche que no pudo olvidar: la aldea entera no había dormido entre cantos.


Pasaron los días y colgó su título en la pared de su habitación. Se fue al campo a trabajar con su padre. De vez en cuando viajaba a la capital para unirse a las manifestaciones de otros estudiantes licenciados reclamando trabajo. Se cubrieron cuarenta plazas y según se rumoreaba eran personas ricas e influyentes. De nuevo otra protesta: NO A LA DIFERENCIA SOCIAL ! POBRES + RICOS = A ESTUDIANTES LICENCIADOS.

Fue un gran enfrentamiento con todas las fuerzas de seguridad civil. Aún conserva las quemaduras del agua caliente con que les dispersaron.

Mira su brazo ....

La voz de un joven que salmea el Corán le lleva de nuevo a la patera. Todos escuchan con solemnidad. Nadie puede romper esta tranquilidad, la mente de todos está en otros sitios, tal vez muy lejos.

El frio y la humedad aumentan el temblor de sus cuerpos que parecen fantasmas. Sus ojos brillan como las estrellas en la oscuridad del cielo y el mar.

Será el brillo de la esperanza o el miedo de lo desconocido ? El salmista sigue con el Corán.
Y le recuerda a Ismael que salmeó en el funeral de su padre, aquel maldito día estaba bañándose con sus amigos en la playa cuando alguien le llevo la noticia más desgraciada de su vida.

Tu padre ha muerto de repente trabajando en el campo.
Su padre, su madre, los suyos. Dónde estarán ahora ?


El salmista calla de repente, bancos de peces giran alrededor de la patera, no muy lejos se ve la luz de un barco.

El silencio de esta noche puede que no termine, se desvanece la luz y con ella la preocupación y el miedo.

El tirano mar sigue calmado sin dar importancia a lo que está pasando. Han transcurrido doce horas, los primeros rayos del día aparecen y con ellos se inicia una jornada de la que nadie conoce su fin. El mar y el cielo y nada más. No hay montañas cercanas, ni territorio, el miedo aumenta más y más.

Ismael siente la necesidad de volver con la mente a su casa.

Y no puede evitar ver su ropa en una valija de plástico amarrada con fixo, como le habían indicado. Su madre y su hermana, deseándole suerte y felicidad le dieron el título universitario.
Quizás con este título encontrás buen trabajo.


Lo miró con tristeza y lo puso en el gran bolsillo de su chubasquero.

Vuelve la realidad de su aventura desconocida cuando un sonido les asusta a todos.

Es un helicóptero ! Echad la cubierta !

Una gran tira de plástico azul les mimetiza con el mar.

Ya podeís quitar el plástico, nos hemos salvado. Ánimo, no queda mucho para llegar.

Llegar .... llegar ! Los sueños de Ismael comienzan de nuevo y se ve a si mismo viviendo en una casa bonita, conduciendo un coche, trabajando en la profesión para la que estudió, regresando a su aldea cargado de regalos, casado con aquella chica que le mira de un modo especial .......

A veces el final sigue de otro modo .....

De repente el tiempo ha cambiado, desaparece el sol, el viento sopla de una manera espantosa. Todos están preocupados, la patera baila con la fuerza de las olas y se llena de agua y más agua.

La cara de los soñadores palidecen .....

La muerte está en todos lados.

Los gritos de terror, el lloro, el arrepentiemiento se mezclan con el sabor a sal .... a muerte.
Los sueños rosados se transforman en pesadillas. El jefe está perdido en sus decisiones y busca la única solución posible pero tardía, pedir ayuda utilizando el móvil.

Estamos mar adentro, nos enfrentamos a un naufragio ! Socorro !

Una fuerte ola invierte la patera. Todo se termina en el fondo del mar. El título de Ismael plastificado flota rechazando su naufragio, flota para quedar como el único testigo de la tragedia.

Historia contada por Ben Elkadi.



1 comentario:

Anónimo dijo...
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